El sábado 15 estrenamos una obra de teatro para el colegio, con éxito. Por primera vez actuaba junto a mi hijo. Pero lo interesante y lo que quiero contar y es la experiencia de la dirección.
En la obra, un auto de inspiración medieval, trabajaron unos 200 participantes, la mayoría chicos de 15-16 años, acompañados de unos 14 niños y 12 adultos. Se formaron varios grupos: técnicos, regidores, vestuario, decorados, maquilladores, bailarines coro y actores. Para cada grupo se nombró uno o dos responsables-coordinadores: jefe regidora, jefe de técnicos (sonido, luces, proyección y micrófonos), directora de baile, directora de coro, etc. Y un único Director de obra.
El texto del auto escrito por Ana Lorite, poético y bello, era nuestro Plan. Plan que todos conocíamos. Cinco semanas duró la preparación de nuestro proyecto. Una hora y media su ejecución.
No es fácil dirigir 200 pesonas en tan poco tiempo, y se pueden aprender muchas cosas de esta experiencia.
El Director conocía bien la obra, la música, maneja la escenografía y tiene experiencia en la dirección de espectáculos. Los responsables, chicos adolescentes, se concentraban en motivar sus equipos. El trabajo con los chicos y niños se realizó en los días de colegio. Los fines de semana, trabajábamos los padres y el coro. Cada participante sabía quién era su responsable y su papel. El Director trabajó con cada uno de los equipos. La información fluyó a través de la web para todos. Los equipos se relacionaron bilateralmente para coordinarse.
En el primer ensayo general se marcaron posiciones, se sincronizó la iluminación, el sonido, el coro y los actores. El segundo ensayo pulimos los detalles. El tercero se ensayó la obra completa y cada uno tomó nota de sus fallos para solventarlos. Cada participante intentaba hacer el trabajo más fácil a los compañeros.
La concentración, la excitación y la adrenalina fueron máxima en la representación. El éxito fue todos. Tuvimos una Dirección dura y exigente, que fomentó las opiniones, las aportaciones y fue generosa para compartir los aplausos. Vital fue la comunicación y la colaboración.
Categorías:Sociedad de la Información
Deja una respuesta