Desarrollar programas para el intercambio de archivos es legal en España. Esta es la sentencia en el caso más importante sobre la tecnología y la propiedad intelectual en Europa.
Pablo Soto, creador de Blubster y otros programas P2P de intercambio de archivos, había sido denunciado por las grandes compañías discográficas, que le pedían una indemnización de más de 13 millones de euros.
La Audiencia Provincial de Madrid ha considerado que “la posición de los demandados, como creadores y distribuidores de los programas de intercambio de archivos, está al margen de las responsabilidades que puedan exigirse por el uso concreto que se dé a los mismos.” La sentencia, que no solo considera que el desarrollo de herramientas para el intercambio de archivos es legal sino que es incluso el ejercicio del derecho constitucional de libertad de empresa, dice que “ofertar una tecnología P2P avanzada no supone incurrir en actos de expolio ni de aprovechamiento indebido del esfuerzo ajeno” y que la actividad de Soto “tampoco supone un acto de obstaculización al negocio” que las discográficas desarrollan.
Pablo Soto ha lanzado la siguiente generación de Blubster y está disponible en http://www.blubster.com desde hoy mismo.
Indudablemente el desarrollo de Internet propicia nuevos negocios, pero también hay negocios clásicos que deberán reinventarse. El negocio de las discográficas está, impepinablemente, avocado al cambio. Los servicios de música on-line como spotify o iTunes o iTunes Radio funcionan. No son gratuitos pero son cómodos y probablemente en un futuro ofrecerán servicios adicionales para el consumidor y para el artista.
El error no es sólo confundir el desarrollo de una tecnología con el uso, es intentar evitar la transformación.
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