Simplemente una opinión

Comenta en su blog Rafael Chamorro un artículo del el Pais titulado El Estado se enreda con la informática. Rafa, tan lúcido como siempre, critica dos tópicos: el primero, muy típico de los políticos, consiste en echar por tierra todo lo anterior y magnificar lo poco o mucho que se haya hecho drante su reinado. El segundo es convertir la informática en la panacea y el hada madrina que todo lo arregla.

Como bien dice Rafa ni o uno ni lo otro. Cada peldaño se sube a partir del anterior, se puede subir más o menos deprisa, pero rara vez se dan pasos de gigantes. Es decir ni antes era un páramo ni ahora todo es maravilloso. En el año 2003 ya existía un Portal con el catálogo de web públicas, una BD de enlaces clasificados, un catálogo de servicios, el Plan Director de la Intranet Administrativa (hoy Red SARA), la primera versión de «sustitución de certificados en soporte papel», las Notificaciones Telemáticas, el cambio de domicilio y algunos servicios on-line en la Agencia Tributaria y en el Ministerio de Trabajo. En legislación podemos citar el RD209/2003.

Desde el año 2004, con buen criterio, se continuaron los proyectos ya en marcha y se arrancaron nuevos proyectos interesantes como la plataforma de validación @firma, el Centro de Transferencia Tecnológica, se evolucionó la intranet Administrativa hacia la Red SARA y las ventanillas únicas (concepto anticuado) a la Red 060. El resto de Ministerios igualmente avanzaron ofreciendo servicios mejores. Pero también se metió la pata en algunos temas, se vetaron y metieron en un cajón proyectos e ideas avanzadas. El marketing ha sido más intenso pero la evolución ha sido más lenta de lo que podría haber sido.

Desde el 2006 tengo la sensación de avanzar a mejor ritmo. Una de las virtudes de la La Ley 11/2007 ha sido apretar la marcha y aún queda camino por recorrer y sobre todo modernizar internamente.

Ahí es donde se produce el encuentro con el segundo convertir la informática en el hada madrina que todo lo arregla. La Administración necesita una modernización interna: de replanteo de procesos, de jerarquía, de modos y de organización. La Administración de Justicia siempre se ha destacado por su inicercia y su resistencia al cambio. Y cuando salta a los papeles echa la culpa a la informática a la falta de medios, etc. No dejan de ser verdades, pero verdades a medias y se oculta el poco interés que se ha puesto en la modernización y en el apego a las costumbres.

Al contrario que en las entidades bancarias, la modernización de la administración parece que no queda más remedio que hacerla de fuera a dentro (por presión ciudadana).

El éxito de la Tributaria tiene tres padres: el esfuerzo continuado en el avance, la independencia con la que ha ido avanzando y los recursos de personal de la Agencia (técnicos, administrativos o experto en legislación). Sería mucho más fácil caminar todos en el mismo sentido, aprender de todos y sobre todo contar con todos los profesionales. Como dice Toni Puig no basta con saber que se pueden hacer servicios, hay que saber hacerlos.



Categorías:Administración Electrónica, Funcionario, Servicio Público, Tecnologías de la Información

8 respuestas

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Montaña. Para modernizar una administración no basta con digitalizar los procesos, sino que primero tenemos que ver si éstos cumplen con los objetivos previamente definidos. Si un servicio público no se presta con la debida calidad y no llega al ciudadano como debería hacerlo, por mucho que lo informatizemos no lo vamos a arreglar. Primero hay que conseguir que lo que tenemos funcione mejor y con más agilidad y eficacia; después, podemos mejorarlo mediante la utilización de las tecnologías.

    Hay que empezar por dentro, sanear la administración desde dentro (y eso nos incluye a nosotros, los funcionarios) y después, la tecnología dirá….

    Este enlace está relacionado con el tema en cuestión:

    http://rosacobos.wordpress.com/2008/01/20/ayuntamientos-y-tics-no-se-puede-empezar-la-casa-por-el-tejado/

  2. Es una cosa que repetimos hasta la saciedad. La necesidad de reformar y reorganizar para aprovechar las ventajas de la tecnología. No parece que este griterío de la blogosfera pública tenga efectos, de momento.

    Me gusta ese enfoque: modernizar de fuera a dentro, por presión ciudadana. A ver si así nos ponemos las pilas…

  3. Félix ¿y qué me dices de los funcionarios? ¿Acaso no estamos presionando nosotros también, desde dentro? En fin, a ver si entre la presión externa y la interna esto explota de una vez … para mejorar, claro está.

  4. Muchas gracias por la referencia Montaña. Muy bien desarrollado. Yo tambien tengo la sensación que desde el año 2006 existe un mayor interés, pero sigo pensando que aparte de la Ley sigue sin pasar practicamente nada, no se avanza, o quizás yo no lo percibo. Hay mucho por hacer y muy poco tiempo.

    Afortunadamente hay más dinero disponible, pero sin cambios organizativos me temo que ya vamos tarde.

  5. Casi todas las cosas que merecen la pena requieren un esfuerzo continuado. Salvo que te toque la lotería ;-). Y en política es difícil conseguir esta continuidad. Lo anterior se descarta por principio. Pero siempre va quedando algo. Ya apenas se utilizan las máquinas de escribir, ¿verdad?

    No sé si la presión de la ciudadanía va a llegar a tiempo. Creo que va a hacer falta un relevo generacional. Y para entonces espero que la administración electrónica haya avanzado bastante, a pesar de todo.

    Me parece muy interesante la presión interna que comenta Rosa Cobos. ¿Qué pasa? ¿Que los funcionarios no tenemos nada qué decir? A lo mejor nos sentimos cómodos en la situación actual. ¡Virgencita, que me quede como estoy!

  6. Suscita cierto interes lo de fuera-a-dentro, asi que lo voy a explicar. En unas jornadas sobre «la Banca y la Administracion». Creo recordar que fue el Banco de Santander quien explicaba que su modernización se habia hecho de dentro hacia fuera. Es decir, habia un cambio de procesos y de mentalidad interna y despues se habia extendido este cambio hacia los clientes. Todavia conservo el dibujo. Me parecio que es como hay que hacer las cosas y en esa misma jornada me pregunté como la haciamos en la Administración y llegue a la conclusión de que era al revés.

    Por tanto Iñaki, si lo hicieramos bien los funcionarios tenemos mucho que decir, pero ¿nos dejan? lo que veo es que hay una gran inercia y resistencia al cambio dentro y por tanto se anula a todo aquel que tiene alguna iniciativa. Hay varias maneras de anular:
    – decir que la has presentado a la superioridad y que no la consideran adecuada (será mentira pero tu subordinado no lo sabe)
    – pasar la inicitiva para que la haga modificada otro Subdirector compañero.
    – dejarte hacer y bloquear para que todo salga mal.

    He vivido las 3 maneras. Tenemos mucho que decir pero Iñaki ¿en tu caso te dejan?

  7. Montaña, se te olvida la cuarta forma de bloquear: echar al incordio que tiene la osadía de hacer propuestas nuevas.

    Es que es una lata tener que hacer algo mejor que lo que ya se estaba haciendo… sobre todo cuando ha sido idea «del otro».

  8. Yo también creo que hay mucho discurso y pocos resultados concretos. De acuerdo que sacar cosas adelante en el ámbito administrativo no es fácil por su complejidad y los numerosos frenos de todo tipo que existen. Pero tampoco el impulso político es realmente el que parece si escuchamos los discursos. No es una prioridad y eso se nota.
    Dentro de los frenos que comentaba también estoy de acuerdo que hay vetos suspensivos y dilatorios por parte de los empleados públicos. La resistencia a hacer las cosas de otra manera, a perder poder u otro statu-quo, es muy fuerte.

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