Sexo, mentiras y vídeo

Los funcionario podemos compartir con nuestro Gobierno que debemos aplicarnos especialmente en estos momentos de crisis y apoyar en todo momento las reformas, ajustes y trabajar activamente por una Administración más eficaz y eficiente,  no obstante conviene hacer una serie de puntualizaciones.

–      El esfuerzo debe ser de todos. No sólo de los funcionarios.  Y sobre todo de los políticos, responsables de la gestión y control del país. De los banqueros, de los empresarios, de la Casa Real y un largo etc.

En un estudio comparativo, se descubre que sólo los países rescatados tienen menos empleo público que España, donde hay 6,5 funcionarios por cada cien habitantes, cifra parecida a la a la alemana que cuenta también con un modelo de administración descentralizado. La de Francia es superior 10,6. Economías más competitivas, como Dinamarca, Suecia o Finlandia, el porcentaje de funcionarios sobre la población activa es del 26% en el primer caso, y del 22% y el 19% en los otros dos. En España, sin embargo, el número de empleados públicos es del 13%.

El volumen total de funcionarios del Estado Español, sólo un 18% pertenecemos a la AGE, mientras que el 55% forman parte de la Administración Autonómica y un 26% conforman la Administración Local. Los sueldos de los funcionarios de la AGE con la misma categoría profesional con respecto a los empleados públicos de Administraciones Autonómicas o Locales, puede ser de un 30% a un 40% más bajo.

 Sin embargo, tenemos 300.000 políticos más que Alemania, que nos dobla en población, trabajando a costa del presupuesto y el doble que Italia y Francia. El tamaño desmesurado de nuestra administración no se encuentra por lo tanto distorsionado, tanto por los funcionarios que prestamos servicio al ciudadano, sino por el mayor porcentaje de políticos que ocupan la administración, siendo las CCAA y los Ayuntamientos la gran agencia de colocación de los partidos. Bajo la figura de la llamada asesoría, es donde más políticos hay contratados y especialmente en Empresas Públicas o con participación pública. A esto debemos añadir 65.130 liberados sindicales y 31.210 representantes de las patronales.

El estudio elaborado por tres asesores de la Presidencia del Gobierno  desvela, que el tamaño desmesurado de nuestra administración no se encuentra distorsionado tanto entre los funcionarios que prestan servicio directo al ciudadano (profesores, administrativos, médicos, policias etc), sino que el mayor porcentaje de distorsión se encuentra entre los políticos que pueblan nuestra administración.

Los datos más voluminosos y algunas curiosidades del estudio:

Destacan los políticos empleados como cargos de confianza, que el informe detalla en 40.000 subrayando,  que la cifra se ha disparado por la práctica habitual de los grupos municipales y parlamentarios autonómicos a tener un determinado número de cargos de confianza respecto a su representación que realizan labores internas de los grupos, y que se solapan con las de los asesores personales que a su vez tienen los políticos electos.

Si estos son los datos ¿no habría que recortar también en el sector político? O es que  interesa volver a un  sistema velado de cesantías?

Parece que este descrédito de los funcionarios se dirige a justificar una reforma de la Administración Públicas, pero  ¿basada en qué? Las reformas deben ser valientes y con visión de Estado, tienen que ir encaminadas a acabar con la corrupción, con el fraude y con la discrecionalidad. A fomentar un administración profesional con criterios profesionales.

Pero es la clase política la que primero tiene que dar ejemplo.  Y por tanto también una reforma en este sentido: aplicando criterios profesionales, una clase política que trabaje al servicio de los ciudadanos, sin privilegios de casta  y  con las incompatibilidades que se le aplica a la función pública.

Estamos asistiendo a un distanciamiento  entre la clase política y los ciudadanos, cuya clase media está  cada vez más extenuadas y sólo sirve para pagar impuestos, hipotecas y fomentar el consumo. Estamos precibiendo una vida con  un modelo de  Oligocracía  en vez de en una Democracia.  Estamos asumiendo,callados,  desde hace unos años,  la elevación de la mediocridad, de qué nos vamos a quejar .

Sabemos lo difícil que recuperar la credibilidad de nuestros socios europeos y lo dificil de parar a los especuladores pero debemos empezar por creernos nosotros.

(con la colaboracin de BD)


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