Leo que en noviembre se ha celebrado en Huesca una jornada de formación sobre el acoso sexual en el trabajo. Alguna muestra de las noticias de esta jornada o en otros medios relativas pueden ser:
- Se cifra en un 53 por ciento el número mujeres inmigrantes que en algún momento de su trabajo sufrió acoso.
- Sólo un uno por ciento de las mujeres acosadas decide denunciar, según datos del libro «La acción sindical frente al acoso sexual», de la abogada de UGT Ana María Mejías.
- La Inspección de Trabajo y Seguridad Social cerrará el año 2009 con un incremento del 33 por ciento en el número de acciones para hacer cumplir la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, de forma que estaba prevista la realización de 3.000 actuaciones en todo el Estado y el año se cerrará finalmente con 4.000 actuaciones.
- Las mujeres no saben identificar el acoso laboral por razón de género.
- Un informe indica que en España que el 83% de las mujeres han sido hostigadas sexualmente en el nivel leve verbal, por sus compañeros o por superiores.
La Ley de la Iguladad considera el acoso sexual y el acoso por razón de sexo como actos discriminatorios, contrarios al principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres.
El acoso verbal es el más dificil de identificar porque estamos acostrumbrados a un tipo de lenguaje con comentarios sexistas simplemente considerados como comentarios leves y de los que muchas mujeres pasamos o simplemente tragamos. Lo cierto es que estos comentarios cuanto menos degradan y minusvaloran a la mujer objeto de ellos.
Por ejemplo, ¿qué indica que te llamen «niña» cuando pasas de los 40?. Diversos son los comentarios en reuniones: como por ejemplo «tus preguntas nunca son inocentes» !estupendo!. Este comentario predispone al auditorio no sólo contra la pregunta sino contra la mujer, mientras que nunca he oido este comentario dirigido a ningún hombre.
Otra joya es la susceptibilidad de la mujer por definición: el comentario de un hombre no es borde o hiriente, es que la mujer es suceptible. Y por supuesto ante una falta de «feeling» entre un hombre y una mujer es seguro que la razón estará en lo dificil que ella es o cualquier otra cosa. El será siempre comprendido y disculpado.
En esta Navidad regala a tus compañeras tres días de igualdad: no le digas a ella lo que no le dirias a él ni en ninguna reunión, ni a solas en el trabajo.
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