No es nada nuevo decir que nuestra economía se fundamenta mayormente en el turismo y la construcción. España no destaca por su tejido empresarial tecnológico, ni tampoco destaca por el fomento de la innovación (y aún así hay satisfactorias excepciones).
El IE y el Ayuntamiento de Zaragoza han realizado un estudio sobre la situación de la empresa tecnólogica en España del que me gustaria comentar algunos puntos.
En primer lugar, los obstáculos que se apuntan sobre el desarrollo de la empresa tecnológica, y que sirve para cualquier empresa:
- La disminución de la cultura emprendedora
- La falta de programas oficiales homogéneos de fomento
- La dificultad de financiación
- La competencia de otras naciones
Los mismos obstáculos que estudio tras estudio se vienen repitiendo sin que parezca que se pone remedio. Aunque no faltan iniciativas puntuales considero fundamental el segundo punto: continuidad y homogenización. Sin estos dos pilares las iniciativas se pierden, habiendo gastado recursos, tiempo y la paciencia del emprendedor.
La financiación es siempre un problema pero sobre todo en la falta la financiacion de capital riesgo. Si sólo se financia lo seguro poco queda para la innovación que tiene un punto de riesgo. Ya Javier Echarri, secretario general de la Asociación Europea de Capital Inversión y Capital Riesgo (EVCA), criticaba la excesiva aversión al riesgo que existe en el seno de la Unión Europea como «sobrerreacción» a la crisis económica y al ‘caso Madoff’.
En cuanto al cuarto obstáculo la excesiva concentración en el sector ladrillo y el turismo han perjudicado el sector de la tecnología, hasta el punto de tener un cierto deficit de profesionales tecnológicos. Hecho que se dice en el mismo estudio «muchos empresarios mencionan la falta de diverso personal cualificado en su sector, especialmente técnicos y buenos comerciales«.
La crisis podría suponer una oportunidad para modificar esta dependencia , sin embargo, el Gobierno sigue apostando por los sectores tradicionales.
El estudio revela que la micro, pequeña y mediana empresa con actividad de base tecnológica tiene una mayor concentración en Cataluña, Madrid y Andalucía y son relativamente nuevas. Otro dato a resaltar es que que el 70% de estas empresas se han constituido para la forma jurídica de Sociedad de Responsabilidad Limitada, la constituición y el establecimiento de esta forma jurídica se ha simplificado mediante el DUE pudiendo realizarse por Internet tanto a través de CIRCE como de eugo.es.
El 67% de los emprendedores tienen estudios superiores y han recibido algún tipo de formación empresarial no siendo lo habitual en los otros sectores. Un 46% del sector efectúa transacciones con mercados extranjeros y, otro dato curioso, la mayoría, un 56% no ha dependido en absoluto de acciones directas de I+D, un 9% muy poco y tan sólo un 16,5% lo ha hecho parcialmente.
Por actividad de negocios (CNAE) el sector servicios y el de la energía se llevan la palma.
Al final del estudio hay una lista de necesidades donde la financiación se encuentra entre las primeras y el el apoyo gubernamental en quinta. En este último se apunta la necesidad de mejoras legislativas, eliminación de las trabas burocráticas y, al hilo de la crisis actual, tiempo para cumplir con las obligaciones impositivas debido a los impagos.
Un punto para la reflexión de los científicos es que los creadores de estas empresas en España, proceden más bien del mundo empresarial (47%) que de carreras científicas y/o técnicas (17,5%). Lo que evidencia la mayor falta de implicación de personas licenciadas en carreras científicas y técnicas en la creación de negocios de base tecnológica en nuestro país.
Desde nuestra posición podemos limar algunos de estos obstáculos como la simplificación burocrática, la información al emprendedor, el fomento de la I+D y las ayudas a proyectos innovadores.
En cuanto a la falta de técnicos y comerciales cualificados, siempre digo lo mismo; si faltan, el mercado debería elevar el precio de la oferta (el salario) y se conseguiría un ‘efecto llamada’ que haría que los profesionales en estos ámbitos se ‘cualificaran’ sí o sí.
El problema lo reformularía como; «falta de técnicos y comerciales cualificados que estén dispuestos a trabajar (o cambiar su puesto de trabajo) por el salario de un becario y así poder seguir incrementando beneficios de dos dígitos año tras año»
No te falta razón, Antonio. Sobre todo por que muchas veces no se paga mejor al mejor de los comerciales o técnicos si no al más complaciente.