El pasado 21 de abril, 100 investigadores en economía lanzaron el documento ‘Propuesta para la reactivación laboral en España’. Su objetivo es contribuir al debate sobre la necesidad de una reactivación laboral en España, desde una perspectiva rigurosa e independiente, mediante argumentos sólidamente respaldados en la investigación económica.
Abrir el debate es, cuanto menos, atrayente así como que las propuestas sena de expertos en economía. Aunque yo no lo soy me parece obvio que necesitamos un sistema de ciencia y tecnología más favorable a la innovación y un sector educativo que produzca trabajadores más cualificados, reduciendo las alarmantes cifras de fracaso escolar.
Lo que destacaría de estas propuestas es:
la desaparición de los contratos laborales y un contrato único indefinido. El objetivo sería evitar el abuso por parte de los empresarios de los contratos temporales. Pero bajar la indemnización a trabajadores que llevan más tiempo ¿no fomentaria deshacerse de los trabajadores de mayor edad que tienen más dificultad en ser contratados y, por tanto, candidatos a un tiempo de subsidio de larga duración?.
aumentar la eficacia de las políticas de empleo orientando la asignación de recursos a aquellas agencias que funcionen y promover la formación de los trabajadores menos cualificados .
cuestiona la eficiencia de los convenios colectivos y por extensión la de los sindicatos. He sido sindicalista en alguna ocasión en la empresa privada y lo soy actualmente en la empresa pública y en los dos casos es decepcionante el funcionamiento de los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) en relación con el cometido que podrían y deberían realizar.
Como digo por lo menos que los expertos discurran, proponga y nos expliquen al común de los mortales me parece mejor que sostener un falso optimismo.
En este momento estoy leyendo el libro «El retorno de la economía de la depresión y la crisis actual» del premio nobel de economía de 2008, Paul Robin Krugman y si algo queda claro de los casos que expone es que en una crisis ofrecer ningún remedio o un falso optimismo sin más, no es una solución.
Las políticas económicas deben ser “sostenibles» y los líderes deben liderar de manera creíble, equilibrada y responsable (Sala Martin). Comprometer el gasto público es irresponsable y al final es el contribuyente el que paga.
En cuanto a la indemnización por despido, supongo que añadiendo una escala logaritmica, de forma que la penalización sea mucho mayor para un contrato que lleva muchos años que uno menor, se solventaría la tentación de los «empresarios» españoles de despedir a todos los viejos y seguir creando empleo basura.
(*)Español y empresario es como inteligencia militar, ética empresarial o buena fe, algo que no se puede poner junto sin provocar una carcajada -aunque a veces amarga-.
Hurgman tiene razón, un falso optimismo, no es la solución, pero ¿ y … un auténtico optimismo?
Un auténtico optimismo es siempre una muy buena solución en todas las ocasiones.
Cuidado con los Nobels