La mirada de D

Quizás parezca que no hablo de e-administración, pero eso solo es una apariencia.
(cuadro titulado «la mirada de D» autor Chica Gato)

Moshe Katzav, presidente de Israel ha sido acusado de violación y acoso sexual entre otros delitos. Para dar más colorido al caso, Putin «bromea» con el asunto llamándole machote, con el objetivo de mostrar su respaldo al señor Olmert. No me sorprende Putin, ya he visto alguna vez esta reacción entre «los poderosos machos», me sorprende la desvergüenza al decirlo, y que la sociedad no sea intolerante con estos comentarios. Desgraciadamente no es el único caso de acoso sexual en el poder y me pregunto si el poder agudizará la prepotencia y seguridad del poderoso. Me sorprende lo lento que avanzamos en el respeto a la mujer.

A veces, se dice que exageramos, pero según un estudio del Instituo de la Mujer el 14% de las mujeres en España ha sufrido acoso en el trabajo. Y cómo se siente la mujer acosada?: HUMILLADA, impotente y paralizada. Y en esas condiciones debe seguir trabajando, guardando un secreto que le explota. Con un ambiente laboral que aconseja callar y marcharse: dos veces humillada y víctima. El poderoso macho se queda o, en el mejor de los casos se le encuentra un fantástico puesto para ocultarlo, pero sin la más mínima reprobación.

En palabras de Jeniffer Ann Cooper, el acoso es una relación abusiva, alentada y soportada por el ambiente social que lo rodea, de tal suerte que una de sus principales características es la impunidad, el silencio y la complicidad.

Una sociedad no será sana si no respeta al 50% de sus miembros. No será transparente si guarda silencio, no será accesible si es abusiva, no será participativa si alienta la impunidad, no será equitativa si es cómplice.

Desde este post doy mi apoyo a la señora A, a todas las mujeres que denuncian y a todas las que no pueden hacerlo. Entre todos podemos hacer que, en el 2007, la estadística de solución de conflicto sea del 60%.



Categorías:Mujer

2 respuestas

  1. Totalmente de acuerdo contigo, ahora hace falta que las mujeres trabajadoras no permitan ese tipo de actuaciones y que las denuncien, ya que el porcentaje de denuncias es bajo en la actualidad.
    Saludos

  2. Como bien dices no será una sociedad sana si se consienten estas cosas. Aunque aquí nuestros políticos no adopten la postura de Putin, aún queda mucho para que la mujer pueda denunciar el acoso sin correr grandes riesgos.

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